miércoles, 28 de enero de 2009

OjO!!!

Quitarle los ojos a sujetos impropios de mi amor o cariño no es cobardía, ni signo de mentira, es más bien tácita aclaración de que no quiero a todos, ni hablarlos, ni verles, ni darle pupilas a sus miraditas llenas de profundidad y simpatía. Para mí es más hipocresía clavar mi visión lleno de hastío y aclarar que no anhelo su compañía en lugar de esquivar sin sonrisa otra voz. Sobre todo porque puede ése que aún no quiero, sorprenderme y cambiar mi percepción del sujeto en cuestión. Entonces cambiaré la dirección de mi cara a la suya y miraré el color de sus globos, aunque sea por un rato. Eso de que alguien me tiene que siempre gustar o bien desagradar, es como decir que yo siempre tengo que ser igual.

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